Santa Cecilia, patrona de todos los músicos del mundo

El 22 de noviembre, como todos sabemos, se celebra la fiesta de Santa Cecilia, patrona de todos los músicos del mundo.

Pero, ¿quién fue Santa Cecilia?¿Qué tiene que ver esta joven mártir del siglo III con el mundo de la música? Es una cuestión confusa que surgió probablemente en el siglo XVI, cuando Cecilia fue canonizada, a
resultas nada menos que de un malentendido.
Santa Cecilia fue una doncella dulce y bondadosa que nació en la Roma pagana de los primeros siglos del cristianismo, en la cuna de una muy ilustre familia.
Fue dada en matrimonio, pero ella había hecho un voto de castidad perpetua. Su esposo se convirtió al cristianismo y respetó su voto. Fue, al igual que muchos otros cristianos, juzgada y condenada a muerte por el juez Almaquio. No obstante haberse ejecutado la sentencia de morir en el baño de vapor, la joven santa sobrevivió al castigo, siendo más tarde condenada a morir decapitada. Según la tradición, esto sucedió el 22 de noviembre del año 232, bajo el gobierno del emperador Septimio Severo. Fue canonizada y declarada patrona de los músicos en el año 1594 por el papa Gregorio XIII. La casa de Cecilia, en la ciudad de Roma, se convirtió con el tiempo en la iglesia que lleva su nombre. También se erigió en su honor un Conservatorio monumental, “porque tan dulce doncella, cuya alma vibraba como una nota celestial, fue elegida patrona de todos los músicos del mundo”. Al parecer, su biógrafo no encontró una mejor forma de explicar el que esta noble romana haya sido
elegida “patrona de los músicos”. ¿Existe algún dato que pueda conectar a Santa Cecilia con la música?

Una pequeña gran confusión

Cantatibus Organis Caecilia Domino, decantábat dicens:
Fiat cor meum immaculatum, ut non confundar. Gloria Patri et Filio, Et Spiritui Sancto… Así reza una antífona de la misa de Santa Cecilia, cuya traducción aproximada es la siguiente: “Con órganos
cantaba Cecilia al Señor, diciendo: Haz que mi corazón permanezca puro, para que no sea rechazada en tu presencia. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…”. La antífona a su vez procede claramente de un párrafo de las Actas de Santa Cecilia (escritas hacia el año 480), que dice: ” Venit díes in quo thálamus collacatus est, et, canéntibus [cantántibus] órganis, illa in corde suo soli Domino decantábat: Fiat Dómine cor meum et corpus meus inmaculatum et non confundar (Vino el día en que el matrimonio se celebró, y, mientras sonaban los instrumentos – los “órganos”-, ella en su corazón a su único Señor cantaba, diciendo: Haz, Señor, mi corazón y mi cuerpo inmaculados y no sea yo defraudada).
La palabra latina órganis es el plural de órganum, que significa ‘instrumento’, y se tradujo como ‘órgano’. Sin embargo, hay discrepancias entre los diferentes códices, puesto que los más antiguos no dicen canentibus
organis (canentibuscomo sinónimo de cantantibus), sino candentibus organis. Los «órganos» no serían ‘instrumentos musicales’, sino ‘instrumentos incandescentes’ (instrumentos de tortura). En ese caso, el texto describiría que Cecilia, ‘entre las herramientas candentes, cantaba a su único Señor en su corazón’, es decir, no se referiría al banquete nupcial, sino más bien al momento del martirio en el baño de vapor, en el cual, en vez de asfixiarse, cantaba salmos al Señor, resultando ilesa. Pero aún cuando la inscripción correcta fuera la que se refiere a los instrumentos musicales, al momento de la
traducción se introdujo en algún momento el equívoco por el cual, el ‘mientras sonaban los instrumentos musicales, ella cantaba’ se volvió ‘ella cantaba y se acompañaba con un órgano’. A partir de ese equívoco surge la iconografía clásica de la santa.

Bibliografía:

22 de noviembre: santa Cecilia, virgen, mártir y patrona de la música

¿Por qué Santa Cecilia es patrona de los músicos?

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